domingo, 23 de junio de 2013

Sublime

En la distancia,
allí,
en el paisaje
separado
de mí
por un vidrio sucio
veo
reflejadas
las sirenas que
antaño
me llamaron
para usar mi cuerpo
como lugar
de rituales
inmaculados.

(Te he buscado
hasta romper
mis músculos,
mi voz
¿por qué mi alma
es tu mazmorra
de inquietudes
y experimentos
desgarradores?)

Ahora, en
esta soledad,
lo único absoluto
e irremediablemente
repetible,
comprendo
que
la asfixia
es la única
compañera
con la cual
compartir
un
cigarro.

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