martes, 24 de enero de 2012

Una mirada que se cruza entre la belleza y la inteligencia,
Un corazón maldito que se complementa de la benevolencia.
Abstracto, sin otro camino.


¿Son estos los pasajes que se me han ordenado seguir?
Descubriendo en cada aliento que no pertenezco,
Añorando, añorando, añorando sin embargo
Cual estrella en un firmamento sin forma,
Cual sol sobre una selva que se deforma.


Libera a esta alma de su pena,
Libera a este inmortal maldito por lo sacro,
Maldito por una búsqueda que desconoce
Atado al yugo de sus necesidades,
A las cadenas imperecederas del brillar.

Este es un reclamo a toda esa oscuridad que ha sido ignorada a la fuerza.
A ese canibalismo que salta desde un décimo piso sin pensar en un mañana,
Por el simple capricho de volar.

El bosque es ahorcado por el viento; Ambos participes de un suicidio inadvertido:

Contempla al mundo dolido en su hermosura,
Al agua como plata fundida en la garganta de los ladrones,
A las posibilidades desnudas ante la inconsciencia.

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