Poseo una melodía que se filtra a través de las paredes de mi miseria; ella, taciturna, hermosa, evoca - me atrae. Me esclaviza, yo me consumo por placer. Por sugestión. Mi fin, en proceso de parto, alargado, convertido en vida por designio y palabra. Palabra que me subyuga llevándome a un lugar desconocido.
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